jueves, 17 de octubre de 2013

La tierra esta llena de fieros leones.

La franja de gaza y su genocidio Palestino están bajo el control de Israel después de la guerra de los seis días en 1967..

Las ciudades palestinas se han convertido en prisiones, privadas en sueños, ansiando libertad, su único eslogan es la resistencia, los programas educativos se han radicalizado e importa mas enseñar a un niño a disparar, que enseñarle a reír... ¿Quien es el culpable? un tal Yahveh, quien tiene una suma de genocidios a su nombre mucho mas grande que Hitler, Mao Zedong y Stalin.

Pleno siglo XXI y aun se disputa una guerra entre Sunitas y Judios, los mismos que fueron victimas del Holocausto, los mismos que en 1940 y mas adelante fueron David y ahora asumen un rol de Goliat, con el pie de seguir interviniendo en esta sociedad Sunita, invadiendo sus territorios y a lo que me inspira a maldecir.. El arrebatamiento en los niños de sus mochilas, juguetes, su medio natural, como ser el jardín de infantes y el colegio (Que son usados para materializar dichos fines).

El lanzamiento de piedras se ha hecho deporte extremo, en sustitución de "pintar cañitos" y gambetear un rato con los amigos en una tarde futbolera luego de hacer la tarea o no hacerla porque jugar al fútbol siempre es mas divertido. Mira que ya los niños, no son niños, si no maquinitas humanas, nacidos y preparados para matar en honor a su tierra y a su religión, culturizados en defender sus raíces que desde hace 50 años esta privado en libertad y cada vez es victima de ataques bélicos provocando heridos y muertes cada año. 

Maldigo hasta que la voz se me desgaste a todo ese sistema de conveniencia que le roba la chupeta a estos niños inocentes y le entregan una pistola, maldigo hasta que sea suficiente a quien exilia de su casa a otro ser humano sin derecho a prorroga pisoteando su cultura, su religión, minimizando su dignidad, maldigo al cobarde que utiliza balas contra quienes apenas se pueden defender con piedras. 

No se trata de un fin político, es una inquietud que me vino del alma, que he soportado y ha estallado sin poder hacer nada, como buen católico sin moral y sin iglesias que soy, profeso una oración y al finalizar un ¡Palestina libre! que trascienda fronteras en honor a los que murieron por su país y a los que aun resisten de pie con la fe de poder soñar y sumergirse en la quimera de la libertad.                         

Esta nota va dedicada a James Miller periodista británico que perdió la vida en el 2003 intentando comunicar este antecedente anti planicie en Gaza, a mis amigos de tradición Sunista en Venezuela, a quienes como yo deseamos una Palestina libre, un mundo sin represión y a todos los niños del mundo.

Eduardo De Abreu Wolfmann.                     
En pro a la humanidad. 

Art: Luis Martinez. 

martes, 15 de octubre de 2013

Date Cuenta.

Así como cuenta se dio Adán que dos costillas no bastaban para alcanzar la felicidad y con la mutilación de una le daba vida al mejor ingenio del mundo.. Allí de donde provienes.

Date cuenta, así como Cortázar encontraba a Maga sin buscarla, sólo un par de bicicletas y el cielo de París bastaba, ese cielo del que fuiste espectadora sin mi. 

Date cuenta, que hay una guerra entre dos, un intelecto con ganas de aprender de ti, de tus mañas, tus defectos, lo que te hace ser, tu esencia, tu sencillez y lo más preciso encontrar la receta de eso que te hace tan adictiva en mis neuronas, en mis acciones VERSUS un corazón delator que estalla de incapacidad, de timidez y de falta de coraje. 

Date cuenta que reservo mi mejor pintita y mi más colorido humor para que tus ojos posen un rato sobre mi mayor intento. 

Date cuenta que regenero años de mi edad cuando estoy contigo, joven y apasionado como fui antes de tener ese accidente cósmico y a su vez terrenal con la realidad. 

Date cuenta que cuando concluyo en dormir y dejar de pensarte sigues manifestandote, vestida de amarillo en el subconsciente de mis sueños del término R.E.M. 

Date cuenta que mi rebeldía en días tan grises se minimiza y empiezo a profesar paz transpirando nostalgia en cada calle que te pienso.

Date cuenta, que cuenta yo me di, que cada día que te conozco no me arrepiento de darme cuenta que hay un corazón que sólo rinde cuentas a ti. 

Date cuenta que detrás de cada canción, hay un mensaje oculto para ti. 

Pero también date cuenta que no se trata que te des cuenta. Allí estarían mis misterios perdidos, desgarrados y previstos, nunca medirás el tamaño del cariño que guardo por darte, pero si mis impresiones, se trata que te des cuenta que sólo necesito dormir dejando este gran presente, quizás algún día lo leas y ya sea pasado, pero mi insomnio guarda tu nombre, mi almohada sabe lo buena mujer que eres y mis audífonos conocen la euforia en la que me cuesta transmitirte que deseo lunas llenas a tu lado.

Eduardo De Abreu Wolfmann.

Punzante del corazón. 

Ataúd de cuarzo.

Silencio en el misterio entre el desprecio y el recuerdo, silencio sepulcral frente a la muerte de un pasado que hoy te hace pagar un precio de rencor y de fobia donde lo que se amo alguna vez hoy ya se odia. Esta es la hoba el tiempo muerto de los que agobian callado en el interior de su memoria, este es el laureo con púas, que decorada y adorna la incomprensible sepultura de rabia-euforia de sonrisas hipócritas y alegrías-amargura que pintan manchas ocultas detrás de las líneas más pulcras.

El campo santo esta tan lleno y vacío estas sólo tu sin un sonido que te escuche que luego flota en las fauces del viento y huye. Este es el día del velorio más dulce como la melodía de arpegio que en un sueño te ruge mientras el desprende el vuelo masgetuoso de una urna; este es el día de la muerte de memorias cándidas donde no hay risa, ni emoción, pero donde tampoco hay tampoco lágrimas, aunque existe una suave tristeza que acaricia una mejilla y quiebra la armonía como la estatua de un ángel sin cabezas, la arena del reloj se acaba, el caudal se seca y el jurado se levanta del estrado las estrellas suben y junto a ellas lo hace el ocaso de un recuerdo blando.

Un susurro en la penumbra del olvido, ¿Cuanto cuestan tus recuerdos? ¿Cuanto pesan las páginas de ese libro caducado que escribimos? Con las viseras marchitas de un terreno baldío, donde no habita sino lo que un día fuimos, valen lo que duela pensar en lo que pudo haber sido, valen lo que cuesta aceptar que ya no están y ya se han ido, quizás su valor es mucho o mucho menos pero siendo ingratos o buenos permanecerán anclados por el tiempo y enterrados porque sólo son recuerdos, pensamientos sin dueños de aquellos leves de un sol que no siento y que se ahogan resentidos entre los brazos de un silencio. Este es el cofre armónico de risas perdidas y sentimientos de soledades turbias, de rencor, compasión, amor, odio y lo más frío del desprecio, aquí se guarda lo que hiciste, lo que debes, lo que amas, lo que amaste, lo que alguna vez sentiste, lo que fuiste, lo que tienes (lo que quisiste tener y no pudiste). El amanecer más claro y el atardecer más triste o los días más complejos junto a las noches más simples; no se muestran pero siempre están ahí perpetuamente simulando que no existe, porque sólo son memorias, sólo es tu pasado es lo que el viento se llevo y permanecerá guardado bajo llave y colocado en un rincón de tu existir, un rincón tan cálido como un amor sin fin, pero tan frío como el paso de la soledad vestida de trapo caminando lentamente y dirigiéndose hacia a ti.



Son sólo recuerdos muertos que sonríen por un canto y se esparcen lento como el tiempo o el dolor de un llanto, son trazos tenues de una vida envueltos por un manto que de conservan muertos y permanecen muertos por siempre muy dentro de ese ataúd de cuarzo.



Chaitanya Mahaprabhu.

Eduardo De Abreu Wolfmann.

Metafórico.




Art: Luis Martinez. 

La balada triste de la trompeta.

Hoy me inspiro en una metáfora basada en un cortometraje Español, al igual que mi Padre me considero fanático del cine Latino e Ibérico, gracias viejo por otorgarme tal gusto y privilegio.

“El humor es para los débiles. Si no se ríen, acojónalos”. 1940. “Ya nada tiene sentido en estos tiempos caóticos, el franquismo de la mano del fascismo se han llevado a mi padre.. Rui De Marcos, A quien le heredero la profesión de ser Payaso, a quien le debo mis primeros pasos y a quien le debí mi tristeza, era el un buen tipo, motivado para cosechar sonrisas en los niños, motivado en la lucha a favor de la “Plore” y de los olvidados, motivado a al buen humor que cautivaba a pesar de su trastorno. Fue dada la orden de ejecución, mi padre era condenado a morir a mano de los fascistas, nunca me lo señalo así, sólo me dijo que trabajaría para ellos un par de semanas, jugando con mi ingenuo de niño que nunca fui o nunca pude ser.. Me acerque a su celda, pude tener el último contacto con mi padre, aquel payaso tonto de buen humor, me comento que aspiraba yo al crecer, con gusto le respondí; Sólo quiero ser payaso como tu y el abuelo, el me respondió, con muy poca fuerza de voz, su mirada perdida que no quería mirarme.. Pero tu, hijo mío, tienes que ser un payaso triste, tu vida inspira tristeza, no eres un niño, nunca lo serás, estarás condenado a una tristeza de por vida.. Últimas palabras de mi padre antes de morir. 1970 conseguí el empleo que ambos nos habíamos propuesto en esas últimas palabras, tenía el cargo del payaso triste, trabaje en el circo de Sergio, quien al igual que yo era payaso; el era un payaso feliz.. Maquillado con una gran sonrisa, nos vinculamos para que en el escenario muestre el contraste entre la felicidad y la tristeza. Sergio era novio de Natalia, trapecista del circo y el amor de mi vida. Si, aquella que agachaba la mirada cuando el sol penetraba, la que maquillaba moretones en su cara, aún recuerdo su sonrisa corrompida, una expresión que no parecía ser espontánea, incompleta (como McCartney sin Lennon), la que gritaba ¡Socorro! en silencio. Pues era ella, la novia de mi colega “El feliz”. Varias sesiones de trabajo junto a Sergio bastaron para darme cuenta, que había un distorsionado social, borracho, psicópata y machista, maquillado con una pintoresca sonrisa, era un mal tipo, arrebataba a golpes a Natalia cada vez que bebía, yo no podía defenderle pues sólo era un payaso triste, sin musculatura, sin atrevimiento y picardía, sin brillo, ni humor, no conocía ni el amor, ni la violencia; un ser sin expresión corporal y sentimental, lleno de recuerdos que posan en un ataúd de cuarzo que dicta Q.E.P.D Rui De Marcos. Fue allí donde conocí la frustración y de a poco la atracción hacia esa figura Femenina, que a diferencia ella y Sergio fingían ser felices, yo no tenía que engañar a nadie. Los golpes fueron constantes, también la claustrofobia de mis oídos y mi mirada al ver y escuchar los golpes sobre Natalia. 6:00 am (Hora metafórica del renacer) del 12/08/72 recuerdo ese día como el bautizo de mi expresión, el nacimiento de mis sentimientos y el día que destruí el muro (A lo Roger Waters). Salí de mi recámara y encendí un cigarrillo, me tope con Natalia quien me pidió una inhalación de aquel alquitrán, conversábamos, lloro sobre mi hombro; fue allí como retrocedí en el tiempo y recordé como se llora, cuando llore con la muerte de mi padre, de mis antiguos fracasos.. Llore con ella y luego de pasar la tormenta óptica nos abrazamos e irónicamente sonreímos e allí las palabras que nunca olvidare ... Justo ahí, justo ahí después de esas palabras de Natalia, nació mi propia musa, mi atrevimiento para invitarla a salir en ocasiones más adelantes que las defino con el mejor de los encuentros, tomábamos el café mientras Sergio dormía, encendíamos par de cigarrillos y luego hablábamos de nuestros antiguos fracasos, llorábamos si había que llorar.. Luego reíamos porque eran cuestiones que ya habíamos superado y no nos quejábamos.. Y luego? Luego, apagábamos las velas de la recámara, mi boca cambiaba la tristeza por gemidos, mi espalda se teñía de rájuños causados por sus uñas asesinas, fumamos otro cigarro y escapamos a Port Hope (Canadá), nos mantuvimos lejos del degenerado de Sergio, quien nos monto persecución por inteligencia policial y demás, acudimos a cambiar nuestros registros, nuestros nombres y nuestro aspecto facial.. E allí cuando murió Javier, murió el payaso triste, murió Natalia, murió la sonrisa fingida.. Nacieron juntos el mismo día y el mismo momento, Paul y Lorena. Sergio si murió al poco tiempo del nacimiento de mi nuevo seudónimo y el de mi esposa Lorena, cuentan que murió de una sobredosis de depresión, fumando su sonrisa poco a poco deterioro su corazón e inhalar la coca trajo demonios consigo que torturaron su organismo ya deteriorado. Fundamos nuestro propio circo en 1990. Lorena da la función de trapecista, yo la del Payaso temperamental, temperamental? Si, aprendí a dar libertad a mis sentimientos y si estoy alegre doy humor, si estoy triste inspirare tristeza, ya no había nada que esconder, actualmente estoy muy viejo ya, afortunadamente tuve 2 hermosos hijos; Rui Javier y Natalia Pandora, quienes administran nuestro antiguo circo y dan vida con nuevas funciones, funciones relacionadas al mundo actual”. (Punto final).


Quise representar la esencia del ánimo en esta historia que yo mismo edite, es una cruz cargar con una tristeza tan perpetua, sólo si así se quiere, así será. Es engañoso el aspecto de dar siempre la mejor cara, porque con esa mejor cara se puede herir a una persona, con esa sonrisa engañosa pueden morir ilusiones, ajenas o propias.. Tu mundo muestra dos caras y se debe pagar y cobrar con la misma por cada una; Si se esta triste, se llora, un hombro amigo siempre será de las mejores terapias para romper ese gris afecto. Si vamos a sonreír que se sienta la alegría, que el corazón brinde la mas linda sinfonía, la melodía mas calurosa en tiempos de invierno.. Que no sea fingida, sino existe, hay que buscarla, claro que se consigue.. Pero por favor, no abaniques, deja que sea pura.. No engañes, no tortures, el ánimo siempre será clave para el desenvolvimiento de todo, la felicidad es fácil adquirirla y ademas no consta con un valor monetario, va mas allá del frágil papel moneda que se puede desaparecer en una hoguera de fuego, mientras tu mejor sonrisa no. Así sea de a momentos, voy a ti.. A qué la encuentras.

Eduardo De Abreu Wolfmann. 
Simples relatos.

Art: Luis Martinez.