lunes, 10 de marzo de 2014

Desde ti.

Quiero ver auroras boreales, meciéndome en cualquier chinchorro que Helsinki me permita, en cualquier tarde desmantelada, con cigarrillos en mis sienes violentas, pero siempre meciéndome.

Quizás en algún rincón de Vietnam, una aurora boreal "In memoriam" de un populoso pisoteado, teñiendo un nuevo amanecer de sonrisas y cantares de niños con globos después de una tormenta. 

Quiero ver auroras boreales, de noche frente al mar, no me perdería tal reflejo entre las olas, recordando hombres rojos y azules que ordeñan en redes la marea, cosechando sus frutos en cardumen.

Quiero ver auroras boreales, para contarlas en un futuro con mis nietos, promover su paz interior de tal paisaje humano donde solo podría comparar tal acontecimiento en llegar a verlos dormir entre mis brazos.

Quiero ver auroras boreales, en Abril, en nombre de aquellas quienes robaron la primavera de mis días, con su contrariedad fortalecieron a un tenue corazón, alzo mi mano y en el preciso momento en que aquellas eyecciones solares choquen de lleno con la magnetosfera, beberé aquel vino en su nombre. 

Quiero ver autoras boreales, junto a un turpial recostado en mi hombro derecho, que con su cantar me informe de las buenas noticias que no transmite la TV, ni los diarios.

Quiero ver auroras boreales, entre mundos imaginarios, andromedas de profiterol y oriones de tiza, estimulando mi propio surrealismo y trazando limites infinitos, donde pose mi alma silbando en honor a la vieja inocencia y la presente inseguridad de mi ser.

Quiero ver auroras boreales, entre tantos colores, quiero ver auroras boreales de acordes menores, quiero ver auroras boreales en cielos remotos, pero sobre todo, quiero ver auroras boreales desde ti (ojos de papel).


Eduardo De Abreu Wolfmann.
Simples Relatos.