Ya son 447 años arropando tu gentilicio caraqueño, de rostros mestizos, de diversos sentires. Tu fútbol, tu béisbol, el chillido del tránsito difundiendo odio a las 6 am, tus atardeceres anunciando nuestra reconciliación, pero sobre todo, tu mi cuna.
Queda de nuestras manos buscarte solución y cultivarte en el transcurso, puedes seguir ocultando el sol en el Ávila y dormir tranquila, que en cualquier parte que este seré caraquista, caraqueño y de Caracas. Mi ciudad, mi identidad.
Eduardo De Abreu Wolfmann
Simples relatos.