Quiero colorear sonrisas, teñir la acuarela y sacarle punta fila al creyón, expandir de alegrías una especie terrenal que con flu y corbata en un estado tan exaspero van olvidando la esencia más nutritiva de la vida, quiero dar un suspiro a los olvidados, madre, me siento tan escaso de herramientas y tan lleno de valor, padre, el sentimiento me afloja... No se puede vivir en tanto solipsismo, cada gota de sudor que dejaste en mi ser, cada cayo en tus manos (que me posaron, me alimentaron y me levantaron) te la repondré, padre, hoy quiero ser una golondrina en los vientos de la memoria, de esa memoria de los que nacieron sin suerte, de los que nacieron sin un hombre tangible como tu, de los que nacieron con una oportunidad en el suelo rota en pedacitos, padre, nuestro país se esta cayendo, el abono de la tierra de estas personas ya no es natural, escucho un dialecto diferente al nuestro (Venezolano) que les dan órdenes, que los oprimen. Las importaciones facturadas por el esfuerzo de esta gente no les esta dando el fruto que merecen, me consta el trabajo de estos nobles trabajadores y se me hace inefable como seguimos en una penuria alimentaria por debastecimiento si la mano campesina se encuentra en abundancia. Al igual que tu, ellos tienen esos pichonsitos que alimentar, que educar y armarlos con el suficiente restaño para que cuando crezcan no repitan un "Quiero ser como tu".
Ellos tan nobles, la sociedad en la que me voy desenvolviendo es tan acomplejada y misantrópica, que me siento afortunado de que hoy sea 11 de mayo y tras 19 años de mi nacimiento, este a millas de ese caos capitalino, que de otra manera vuelva a nacer, con diferentes madres que me alimentaron en el transcurso de esta semana, con diferentes hermanos que tuve la oportunidad de escoger y seleccionar para que sean parte de esta travesía junto a mi, con diferentes padres, que me aportaron un lugar donde dormir, a pesar de mi presencia ignota y sin saber intuición de mi velada por esta cálida llanura, con un rió que fue la fuente de mi bautizo, apadrinado por un perro que estaba solo y me encontré en el camino, el decidió acompañarme, apalmado por unos guías de muy corta edad y poca niñez que me abrieron las puertas de este hermoso recinto, ellos dan el amen y con su inocente risa la misericordia de mi nuevo renacer, un camuruco con raíces de nirvana, que representa a través de la historia de este pueblo la fuerza y entrega que cada una de estas madres (mis nuevas madres adoptivas) deposita en su hogar en un "pa' lante" aunque "la vaina este tan jodida", mi palabra no es suficiente y ya me siento incapaz, pero si es mi mas sincero método de afecto y agradecimiento a todas estas personas que aun sospecho si son de otra galaxia, porque no las reconozco parte del vil mundo en que abito y que de una manera u otra le abrieron la puerta a todos estos desconocidos sin saber tal consecuencia sensibilatoria que causaron en tantos corazones faltos de realidad.
Dejo como testigo estas lineas, como juez mi nombre y apellido, como instrumento ese cuchillo que fue útil para abrir las arepas con las que me alimente cada mañana y empezare por quitarme el corazón, dejarlo enterrado frente al camuruco y en su tronco amarrar sueños e ilusiones, con la intencion de esperar mi regreso, para llegar hasta allí, desterrar de nuevo y colocar el corazón en mi pecho, luego encontrare cual perro viva en soledad, para marchar de nuevo al rió.
Eduardo De Abreu.
En pro a la humanidad.