domingo, 8 de noviembre de 2015

El fútbol y su conformación como reproductor social en Inglaterra.


Las actividades deportivas han ido estableciendo cada vez más impacto a nivel global, considerando incluso al deporte como una de las instituciones más importantes de la vida moderna en las sociedades actuales, este sector tiene un poder de convocatoria másico similar a cualquier iniciativa con fines políticos o sociales y es por esto que su estudio parece tener una importancia particular en el mundo contemporáneo. 

El deporte es un identificador social y cultural, definidor de la identidad, esto quiere decir que tal como acierta Medina (1994), “determinadas prácticas deportivas permiten a los individuos llevar a cabo una estructura de identificaciones construida por los actores sociales que implican un sistema de adscripciones concreto” (p.10). En el proceso de sociabilidad deportiva es posible que se den y de hecho se dan en la mayor parte de los casos vínculos muy poderosos de identidad entre los diferentes actores, entre los cuales se presentan la pertenencia a clubes y/o equipos, sociedades deportivas y disciplinas concretas, creándose de esta manera unos fuertes sentimientos de identidad colectiva (Curipallo, 2004); esto quiere decir que el hecho de practicar un deporte específico  o ser fanático de un determinado club o equipo puede ser utilizado a nivel grupal como un elemento definidor de esa identidad.

Esta capacidad de generar sentimientos de identidad en los distintos actores viene dada porque el deporte en general tiene como característica su capacidad de imprimir en los individuos un conjunto de normas, valores y patrones de conducta. Un análisis importante tiene que ver con los distintos determinantes políticos, económicos y sociales que de alguna manera juegan un papel importante en la conformación de diferentes equipos, clubes e incluso en la afiliación o seguimiento de un deporte y algún equipo particular. Considerando esto, podríamos preguntarnos ¿Las prácticas deportivas puede ser el reflejo de la estructura social en una sociedad determinada?. Xavier Medina (1994) señala que en general  “El fenómeno deportivo está estrechamente vinculado a la realidad social y cultural, hasta el punto que se transforma con ella”. (Medina, 1994). En otras palabras, existen elementos políticos, sociales y económicos que pueden determinan la práctica o afición por uno u otro deporte y también en algunos casos la afición por equipos particulares. En el caso inglés, actualmente queda claro que es la clase trabajadora la que tiene una identificación importante con el fútbol, a diferencia de la clase media que se identifica con deportes como cricket, el rugby y el tenis, así lo señala Raúl Fain (2014) en su artículo publicado en el BBC Mundo titulado “Fútbol y clase social”.

        A continuación se tratará el tema específicamente de este fenómeno en el fútbol inglés desde su formación, por lo que se orientará la discusión a la siguiente interrogante ¿La conformación y estructura del fútbol en Inglaterra puede ser considerado el reflejo de la estructura de la sociedad inglesa?. Es importante destacar que en Inglaterra la fanaticada del fútbol son catalogadas como hinchadas o hooligans y se explicará la manera en la que en estos grupos se pueden ver reflejado diversos elementos de estratificación social, elementos socio económicos que determinaron desde sus inicios la conformación de los equipos y clubes y a su vez la manera en la que hoy se conforma la fanaticada del fútbol inglés.

Ahora bien, si se quiere analizar lo antes mencionado es importante conocer a grandes rasgos a qué se refiere la estratificación social para de esta manera explicar qué implicaciones tiene en la formación y establecimiento del fútbol inglés como se conoce en la actualidad. Para Giddens (2000), La estratificación se refiere a las “desigualdades estructurales que existen entre diferentes grupos de individuos” (p.316). Está claro que las desigualdades están presentes en todas las sociedades, incluso en las más simples, estas desigualdades responden primordialmente al sistema de estratificación propio de cada sociedad. Existen diversas teorías en las que se plantean posturas sobre la estratificación, sin embargo las dos más conocidas son las de dos de los clásicos de la sociología: Karl Marx y Max Weber. En primer lugar Marx propone una premisa fundamental para comprender este fenómeno y es a partir de la división de clases, donde existe conflicto y clases antagónicas per sé. Por su parte, Weber plantea que en una sociedad no solamente es importante el elemento económico para determinar la conformación de los diferentes estratos sociales, sino también juegan un papel fundamental elementos como poder y estados, queriendo decir que existen varios ejes de diferenciación, entre los que están el económico que es determinante del sistema de clases; el prestigio que definirá los diversos grupos de estatus y el poder.

          El deporte en general se crea como un elemento importante que permite promover la afectividad, la toma de decisiones y la recreación. Sin embargo, El historiador Julio Frydemberg (1997) plantea que “el deporte moderno nació - en buena medida - como un intento por construir mecanismos eficaces para la reproducción de la dirigencia de la burguesía inglesa, a través de sus colegios que se dedicaron a entrenar a los futuros dirigentes” (p.20)

            Por otra parte, se fueron dando la creación de diversos clubes desde el centro de las clases obreras, este es el caso de clubes como  West Ham United y Milwall FC del este de Londres, los cuales fueron fundados en barrios obreros. Existe un elemento importante en la fundación del West Ham United Football Club, el cual en sus inicios era conocido como un club patronal, creado por una empresa privada como elemento regenerados, era llamado Thames Ironworks Football Club. Cuando se funda  West Ham United Football Club en 1900, su fundación significa por su misma designación la distancia establecida frente a la empresa (Korr, 1978). Cuatro años después de su fundación, en 1904 el club abandona su estadio del Memorial Ground que había sido construido justo en pleno corazón del barrio obrero, y se establecen en el Boleyn Ground, situado en un barrio residencial fácilmente accesible para los trabajadores de West Ham, de esta manera el club patronal se convierte en una empresa autónoma, no enfocando ya la práctica del deporte como regenerador, sino que pone en marcha un equipo capaz de suscitar un proceso de identificación en una amplia comunidad territorial. (Korr, 1978). En este caso se puede ver reflejado cómo las personas que pertenecen a cada club y los seguidores o fanáticos catalogados hooligans, estaban en este caso completamente relacionados con los orígenes de su institución deportiva, siendo los seguidores de cada uno de estos equipos personas con características socioeconómicas similares, incluso pertenecientes a zonas geográficas aledañas.

Por otra parte, continuando con la relación y vinculación de los elementos de estratificación social con el movimiento deportivo, específicamente del fútbol inglés,  Norbert Elías y Eric Dunning (1992) en su obra “Deporte y ocio en el proceso de la civilización”. Describen un aporte de Ian Tayior donde señala que la violencia en el fútbol es causa y efecto de lo que él denominó “Aburguesamiento” donde “los hooligans contemporáneos constituyen una especie de movimiento de resistencia obrero frente a la comercialización del fútbol”. (Tayior, 1971, pág. 352) Comercialización que han realizado instituciones deportivas privadas en Londres como el Chelsea FC y Totteham Hotspur, que desde un enfoque Keynesiano invierte grandes sumas de dinero, para que el equipo crezca y de resultados en lo futbolístico. Según datos oficiales de la FIFA, el Chelsea FC de la mano de su presidente Roman Abramovich, empresario Ruso en materia petrolera, ha hecho una inversión de 1000 Euros desde su llegada a la presidencia del club. De esta manera se crea una diferencia marcada en la cual existen equipos económicamente muy poderosos y se mantienen los equipos tradicionales que no tienen ese poder económico y evidentemente la fanaticada que sigue a cada uno de estos clubs comparte en su mayoría características socioeconómicas y valores comunes, por lo que a través de esta nueva estructura del fútbol inglés se puede reflejar de cierta manera la estructura social de Inglaterra.
Es importante analizar esta situación desde el enfoque Marxista que fue presentado al inicio, ya que se presenta claramente la presencia de grupos antagónicos en conflicto dentro del mismo ámbito deportivo. Por una parte se encuentran los grupos adeptos a la clase obrera con su movimiento de resistencia al aburguesamiento de esta práctica deportiva y por otra parte los empresarios, presidentes y dueños de los equipos de gran elite en Inglaterra quienes llevan adelante el movimiento de “aburguesamiento” del futbol inglés. Este tipo de lucha de clases es la tradicional en la teorías marxista (Burgueses contra Proletariados) y según lo relatado acontece en las esferas del futbol Inglés, generando eventos de violencia entre los dos grupos.

Sin embargo, esta no es única forma de violencia que se presenta en el fútbol inglés, Norbert Elias y Eric Dunning (1992) describen otra manera de conflicto relacionada también por las características socioeconómicas. Los autores explican que los grupos rivales no son únicamente grupos de diferentes posiciones socioeconómicas, ya que existen grupos rivales constituidos principalmente por miembros del mismo estrato social, es decir, de los llamados sectores rudos de la clase obrera. Esto quiere decir que existe un conflicto intra-clase adicional al conflicto inter-clases explicado anteriormente. Un ejemplo del conflicto intra-clase es el existente entre los dos equipos nombrados al inicio, el West Ham United y Milwall FC, ambos formados en un ambiente obrero.  En el caso de estos clubs existió una fuerte rivalidad y antagonismo entre ellos como consecuencia de elementos externos tanto sociales como económicos-laborales que permearon a la práctica deportiva. En un artículo titulado “West Ham United - Millwall: El antagonismo de la clase obrera de Londres” publicado por Vavel en el 2012 se relata una evidencia de dicho antagonismo.

En los años 60, el este de Londres vivió una huelga general que causó la división de dos sectores dedicados a la metalurgia. Los empleados de la zona de estibadores, que apoyaron apasionadamente la huelga. Sin embargo, los trabajadores del sector del metal se negaron a cooperar con el movimiento, lo que dio lugar a una obligada rivalidad, dividida en dos grupos, que encontraron en el mundo ‘hooligan’ del fútbol la perfecta excusa para destapar los trapos sucios y curar las viejas heridas del pasado: los seguidores del West Ham United (sector del metal) y los hinchas del Millwall (zona de estibadores). (…) En este caso la rivalidad entre ambos equipos no viene por cuestiones políticas (la afición del Millwall es miscelánea: hinchas de izquierdas, de derechas, racistas…), como sucede en la mayoría de los casos. El odio que se generan las dos aficiones se bifurca en dos puntos bien marcados: por lo local, como la rivalidad por ser el mejor equipo de la zona sureste de Londres, y por lo laboral, como querer imponer la predominancia del metal por encima del trabajo portuario y viceversa. (Vavel, 2012)

De esta manera queda clara que la rivalidad en el ámbito deportivo ocurre como consecuencia de la vinculación directa entre los clubes y los distintos grupos sociales que lo conforman.

Ahora bien, en este hecho del conflicto intra-clase es necesario asentar claramente que decir esto no es negar ni que tales grupos participen en los conflictos entre las clases sociales -por ejemplo, se enfrentan regularmente con la policía, que es el representante de las clases dominantes-, ni que sean víctimas de la explotación de grupos socialmente más poderosos” (Norbert & Dunning, 1992). Es decir, pareciera que a pesar de tener conflictos internos entre los clubs de la clase obrera, está por encima de esto su identidad para una lucha común inter-clase.

Considerando todo lo anteriormente planteado, se puede evidenciar que en el mundo deportivo, específicamente en el fútbol inglés, existe un reflejo claro de los grupos sociales y económicos de la sociedad inglesa en la conformación de los distintos clubes e incluso en el establecimiento de conflictos entre los distintos equipos deportivos y su fanaticada. Queda evidenciado que la afición a uno u otro club implica en gran medida el compartir características sociales, económicas, políticas similares, considerando que cada deporte y equipo funciona como un elemento de identidad para cada una de las personas y que como tal implica comportamientos, valores y actitudes. 

Haciendo una paradoja, en el caso del futbol inglés se puede ver reflejado como actualmente los empresarios y dueños de los clubes de fútbol más poderosos representan aquellos que Marx consideraba los dueños de los medios de producción, que en este caso son las instituciones deportivas y por otra parte están los equipos tradicionales y toda su fanaticada que defiende lo tradicional del futbol y la resistencia al aburguesamiento y la comercialización de esta práctica deportiva que vendrían a ser los llamados proletarios descritos por Marx. Esta paradoja refleja la lucha de clases marxista como una lucha para que el fútbol en Inglaterra no pierda su esencia, tal como se promovió desde sus orígenes obreros. 



Referencias

Elías, N. y Dunning, E. (1992). “Deporte y Ocio en el proceso de civilización”. Madrid: Fondo de Cultura Económica. Disponible en: https://tallerdeinvestigacionyensayo.files.wordpress.com/2008/04/elias-norbert-deporte-y-ocio-en-el-proceso-de-la-civilizacion.pdf
Fain, R. (2014). Fútbol y clase social. BBC Mundo. Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/blogs/2014/03/140310_blog_de_lalo_futbol_ingles_problema
Frydemberg, J. (1997), Prácticas y valores en el proceso de popularización del fútbol, Buenos Aires 1900-1910‖, en Entrepasados. Revista de Historia, VI, 12, Buenos Aires.
Giddens, A. (2000).  Sociología. Tercera Edición Revisada. Madrid: Alianza Editorial.
Korr, C. (1978) "West Ham United Football Club and the Beginnings of Professional Football in East London", Journal of Contemporary History, vol. 13, número 2, p.p. 211-232.
Medina, X. (1994) “El deporte como factor en la construcción sociocultural de la identidad” en VV.AA. Ciencias Sociales y Deporte. Investigación social y deporte.
AEISAD, nº1, Pamplona.
Tayior, I. (1971), “Football Mad: a SpecuIative, Sociology of Football Hooliganism”, Londres, pp. 352-357

Vavel (2012). West Ham United - Millwall: El antagonismo de la clase obrera de Londres. Disponible en: http://www.vavel.com/es/futbol-internacional/inglaterra/87511-west-ham-united-millwall-el-antagonismo-de-la-clase-obrera-de-londres.html




Eduardo De Abreu.
Simples Relatos. 


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